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Consejos para bajar trialeras

Consejos para mejorar a la hora de bajar por trialeras y cualquier otro sitio complicado.


Bajar trialeras suele aglutinar a 3 grandes grupos de ciclistas:

-Los que disfrutan como niños.

-Los que odian cada vez que se encuentran una cuesta abajo.

-Los que no saben lo que se están perdiendo, por desconocimiento o temor a esas zonas más técnicas de una ruta.


Consejos en los cuales están relacionados con la bicicleta en sí y que vamos a poder comprobar o corregir sin necesidad de grandes dotes mecánicas.


-Presión de los neumáticos → Una presión elevada nos evitará el temido llantazo, pero no permite que la cubierta se adapte correctamente a las irregularidades por las que pasa. No existe una fórmula mágica, debes experimentar e ir probando presiones hasta dar con la que notes que la bicicleta reacciona y agarra como tú quieres en esos puntos más delicados.


-Rebote de la horquilla → Es evidente que debes llevar bien ajustado el SAG de tu horquilla, regulando la presión del aire. El rebote en sí es otra regulación fundamental que disponen la mayoría de horquillas del mercado. Puedes ajustar la velocidad a la que la horquilla se descomprime una vez absorba un bache.

Un rebote demasiado lento te irá restando recorrido a la horquilla cuando encadenas varios de seguidos, ya que no le dará tiempo a recuperarse a su máxima longitud, mientras que un rebote rápido te hará perder adherencia y la parte delantera de la bici irá “flotando” sin demasiado control. Nuevamente, dar con el ajuste adecuado requiere algo de paciencia y varias pruebas. Consigue además una mayor suavidad de trabajo de las barras con los retenes utilizando lubricantes específicos como el Finish Line Suspension.


-Tija abajo → Bajar la tija ayuda considerablemente a la hora de hacer frente a terrenos complicados y/o inclinados. Cuanto más la bajes, más podrás bajar y retrasar tu cuerpo y centro de gravedad. Una tija telescópica puede resultar de gran utilidad.


-Revisa tus automáticos → Si dispones de pedales automáticos con regulación de dureza, puede que te resulte interesante dejarlos algo flojos por si empieza a cundir el pánico y crees necesario poner un pie en el suelo cuanto antes. Tengan regulación o no, mantenerlos limpios y engrasados será garantía de que funcionen correctamente siempre que vayamos a necesitarlos.


-Menos potencia, más seguridad → Una potencia más corta te permitirá no estar tan encima del manillar y poder retrasar más el cuerpo. Algo que, nuevamente, te va a permitir tener el peso y centro de gravedad más atrasado, descargando la rueda delantera para que esta supere mejor los obstáculos.


Consejos que nos implican directamente a nosotros, los bikers; trucos, actitudes y formas de reaccionar que debemos adoptar cuando más complicado se pone el camino.


-Manos ligeras, pies pesados → Por error, mucha gente al bajar pone todo el peso en el manillar como si estuvieran asomados a un balcón, cosa que puede provocar que salgamos volando por encima del manillar ante el primer obstáculo importante.

Nuestro peso debe recaer sobre los pedales, bajando así todo lo posible el centro de gravedad y el manillar solo debe ser usado de guía.

Ir a una velocidad baja puede provocar que nuestra bici quede clavada en el suelo y provoque que salgamos por los aires. Es importante mantener siempre la velocidad adecuada para garantizar nuestra seguridad.


-Talones abajo → Crea ángulo en tus tobillos bajando los talones y de esta forma verás cómo superas mejor los obstáculos, minimizando esa sensación de poder salir despedido hacia delante cuando haya un obstáculo grande. Lo que conseguimos con esto es bajar y retrasar aún un poco más el centro de gravedad, facilitandonos el superar los obstáculos de forma más segura.


-Mira dónde quieres ir → Tanto en curva como yendo recto, anticípate con la vista de lo que está por venir en el terreno. Dónde mires es dónde acabarás dirigiendo tu bicicleta, por lo tanto mira siempre el final de la curva, la recepción del salto… si miramos la “cuneta” o el agujero que hay a mitad de salto, muy probablemente acabaremos ahí.


-Posición de ataque → Cuando las cosas realmente se complican es el momento de levantar el culo del sillín, flexionar rodillas y brazos, y bajar el cuerpo en general para adoptar una posición que nos permita reaccionar en cualquier momento frente a cualquier problema. Si vas sentado en el sillín bajando sin problemas, puedes estar seguro que eso, de trialera, no tiene nada.


Esperamos que estos consejos les sirvan de ayuda y empiecen a disfrutar de las trialeras.


 
 
 

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